Elaboración de cápsulas de isotretinoína

La elaboración de cápsulas de isotretinoína (ácido-13-cis retinoico) conlleva una serie de requerimientos fundamentales para evitar su rápida oxidación:

– Debe emplearse una cámara de atmósfera de nitrógeno en todas las fases de elaboración para evitar la entrada de oxígeno evitando con ello la oxidación de la isotretinoína.

– Para evitar en cierta medida la acción de la luz sería conveniente emplear luz indirecta en el laboratorio durante la elaboración.

– El utillaje empleado deberá estar limpio y seco, y las espátulas deberán ser de acero inoxidable. Es conveniente hacer un enjuague final del utillaje con solución de EDTA al 0,1 % y dejar secar. El EDTA actuaría como secuestrante de trazas metálicas las cuales catalizan reacciones de oxidación.

– La isotretinoína es altamente higroscópica por ello es más aconsejable emplear excipientes hidrófobos como aceite de soja o de oliva. Estos aceites, además, facilitan la absorción de la isotretinoína en el tracto gastrointestinal y evitan en cierta medida molestias gástricas. Es posible la encapsulación en cápsulas de gelatina comunes debido a que el líquido a encapsular es hidrófobo y las cápsulas son de naturaleza hidrófila.

– Para evitar la oxidación de la isotretinoína es conveniente añadir un 0,5 % de acetato de alfa tocoferol.

– Las operaciones de elaboración deberán realizarse de forma rápida para evitar que la isotretinoína esté el menor tiempo en contacto con el aire.

¿Por qué elaborar cápsulas de isotretinoína en el laboratorio de farmacia si en el mercado existen especialidades a dosis muy diferentes? Hay ciertas patologías, por ejemplo rosácea, que requieren dosis un tanto más bajas que las existentes en el mercado.

Estos serían los pasos a seguir para elaborar, por ejemplo, la siguiente prescripción:

Isotretinoína, 6 mg por cápsula

Aceite de soja cs para preparar 30 cápsulas

 

1. La cantidad de isotretinoína a pesar será de 6 x 30 = 180 mg. Dada la cantidad por cápsula de isotretinoína puede optarse a priori y sin hacer ningún cálculo previo por cápsulas del nº 1 para la elaboración. Lo que sí es fundamental es saber el volumen de este tipo de cápsula (0,50 ml) para el posterior enrase con el aceite de soja.

2. Se prepara una solución de acetato de alfa tocoferol al 0,5 % en aceite de soja.

3. Una vez situada la isotretinoína en un mortero, se pulveriza y se añaden 10-12 ml de la solución oleosa anterior en pequeñas porciones batiendo hasta lograr una suspensión homogénea.

4. Se pasa la suspensión a un vaso de precipitados y se agita durante unos minutos empleando un agitador magnético regulado a  baja velocidad.

5. La mezcla obtenida se vierte a una probeta y se enrasa con la solución oleosa anterior hasta el volumen total para las 30 cápsulas a preparar: 0,50 x 30 = 15 ml.

6. Se vierte la suspensión a un vaso de precipitados y se agita durante unos minutos empleando un agitador magnético regulado a  baja velocidad.

7. Se dosifican las cápsulas mediante una jeringa midiendo 0,50 ml por cápsula. Es conveniente que se agite la mezcla antes de cada llenado para obtener una suspensión con óptima homogeneización y así evitar un error de dosificación.

8. Una vez obtenidas las cápsulas se colocan dentro de cápsulas de mayor volumen (del nº 0 según nuestro ejemplo) para evitar en lo posible que se produzca salida del aceite debido a posible exudación por la zona de cierre. Es lo que se conoce por doble encapsulación. Una observación.

9. Las cápsulas obtenidas se envasan en recipiente opaco y tienen una caducidad de un mes.

Y una observación o digamos reflexión: los colorantes de las cápsulas suelen contener ciertos metales que podrían catalizar reacciones de oxidación de la isotretinoína. Para evitar esta posible incidencia se podrían emplear cápsulas transparentes en la primera encapsulación (en la que la isotretinoína está en contacto directo con el interior de las cápsulas). Por supuesto que la segunda encapsulación se tendría que hacer con cápsulas coloreadas para evitar la acción de la luz.

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