Formación de grumos en semisólidos: algo más que un problema estético
“Qué más da que se formen grumos en una emulsión, simplemente que tiene peor aspecto y el paciente ni se va a dar cuenta”. Craso error diría yo de este alumno y expongo aquí mis razones que creo que son contundentes desde un mero punto de vista lógico: la formación de grumos de un principio activo mal incorporado en un semisólido (por ejemplo una emulsión) implica un claro error de dosificación. Cuando el paciente se aplique la emulsión habrá porciones que tengan mayor concentración de principio activo que la indicada por el médico, otras menor, otras a lo mejor del mismo orden, etc. La falta de homogeneización de dicho principio activo supone una total irregularidad en cuanto a su dosificación. Imaginemos una emulsión de 5-Fluorouracilo con formación de grumos. Si el paciente se aplica una porción con diámetro de grumos considerable puede experimentar una alta irritación ya que la concentración aplicada superará con creces la indicada por el médico. Es sólo un ejemplo de tantos otros en donde se demuestra que la formación de grumos no sólo es estética…Si se emplean métodos manuales de elaboración será fundamental dispersar el principio activo previamente en una sustancia líquida incorporadora adecuada. Una vez dispersado el principio activo o “empastado” (formación de una pasta homogénea) se añadirá el semisólido correspondiente. Más adelante hablaremos de los tipos de sustancias incorporadoras existentes exponiendo varios ejemplos de incorporaciones con varios principios activos.
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